Leer Lenormand es como leer una partitura.
Imagínate que eres un músico: el
oráculo es tu instrumento, el pentagrama es la tirada y cada una de las cartas es
una nota escrita en él.
Ahora bien, la nota no resulta
audible si no hay quien ejecute la pieza y nos permita escucharla.
Cualquier persona que no sepa
leer notación musical, verá en el pentagrama simples garabatos y símbolos pero
no será capaz de interpretar la “canción”. Del mismo modo, cualquier persona que
vea una tirada verá solo imágenes en las cartas pero no sabrá cuál es el “mensaje”
del oráculo.
En este sentido, el músico será
un experto en “interpretación musical” y nosotros, cartomantes, expertos en “interpretación
simbólica”.
Ahora bien, podemos decir que la
interpretación “simbólica” de la cartomancia tiene varios niveles.
El Tarot a
diferencia de Lenormand es profundamente simbólico. Cada Arcanos posee una
riqueza de símbolos universales. La abundancia y profundidad simbólica de Tarot
es mucho mayor que la de Lenoramand, que es más concreto, literal y acotado
generalmente a un significado simbólico por carta y no a varios.
Por eso, dos cartomantes Lenormand
diferentes tenderán a proporcionar el mismo mensaje, o sea, podremos
identificar la misma melodía, cosa que es menos probable con el Tarot.
Es decir, en Lenormand
interpretamos la obra de acuerdo a lo que está escrito, es literal y
sintáctico.
Así como el músico “decodifica”
el texto musical, en el próximo post les voy a enseñar a decodificar el texto de
Lenormand.
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